sábado, 21 de junio de 2014

730 amaneceres

De verdad que sigo sin saber si el tiempo pasa lento o deprisa. Hoy hace 730 días que firmé, ilusionada y enamorada como una estúpida, el que pensé que era el paso más importante de mi vida. Una firma que me ligaba a un futuro prometedor con la persona que más quería, en un lugar que sería solo para los dos y donde podíamos formar una familia. JA!. Efectivamente lo que unía esa firma es mucho más difícil de romper que la ilusión, la confianza o el amor... todos ellos ya se fueron hace mucho, pero la dichosa hipoteca va a dar quebraderos de cabeza muchos meses más. 



El 21 de junio de 2012 entré por primera vez en el (entonces nuestro) piso donde vivo sola desde hace casi un año. Desde ese mismo momento comencé a superar muchos miedos. El primero, el miedo a la convivencia, que tanto me asustaba por mi fracaso anterior. Miedo superado, porque pese a todo lo que ocurrió después, sé a ciencia cierta que no fue la convivencia lo que metió a nadie más entre nosotros. Después llegó el miedo a vivir sola. Miedo más que superado. Vale que sigo siendo un desastre en la organización de comidas y que quedarse dormida en el sofá no es lo más recomendable... pero las pesadillas y la ansiedad por no poder dormir sola ni siquiera han entrado por la puerta. 

Y hoy toca superar otro miedo: el miedo a volar sola. Fue un impulso comprar ese billete de avión que me va a llevar por primera vez fuera de España. Un reto que ni pensé. Tan solo vi la oportunidad y me dije, hazlo. Y casualidades, el vuelo era para el 21 de junio. Me di cuenta semanas después de comprarlo. Es como cerrar un círculo: hace dos años comenzó una etapa llena de ilusión que se acabó con un viaje, y hoy a lo mejor comienza otra con este. No lo sé porque ya no me planteo el futuro tanto como antes, ni realmente tengo esa necesidad de controlar cada cosa que vaya a pasar... pero quien sabe si la coincidencia de fechas quiere decir algo. Que yo siempre digo que no, pero la numerología tiene estas cosas. 

Además, después de semanas de un sol espléndido, hoy se ha levantado el cielo negro y ha caído una tormenta de aúpa. Con los recuerdos que a mi me trae la lluvia. Pero cuando he mirado por la ventana como caía el agua no me vinieron a mi cabeza mensajes del pasado, si no solo un pensamiento: "que el piloto sepa despegar con lluvia, por favor". 

Porque realmente eso ahora es lo único que me importa. Comenzar otra etapa. Tener otro miedo superado. 

Florencia, allá voy.